Jubilación por Artritis reumatoide en España 

¿Estás considerando jubilarte por la artritis reumatoide? Si es así, entonces estás en el lugar correcto. En este artículo exploraremos los criterios que se deben tener en cuenta para determinar si una persona con artritis reumatoide puede ser elegible para recibir una pensión de incapacidad permanente que luego pueda convertirse en su pensión de jubilación. Además, hablaremos sobre cómo se evalúan los grados de discapacidad y los tipos de invalidez a los que puedes acceder si padeces esta enfermedad.

¿Qué es la Artritis reumatoide?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente las articulaciones. Esta condición causa inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones, lo que puede provocar limitación de movimiento y discapacidad. La AR también se conoce como «enfermedad reumática» o «reuma».

En la AR, el sistema inmunitario del cuerpo ataca al revestimiento de los tejidos blandos que recubren las articulaciones. Esta acción produce inflamación e hinchazón en el área afectada, lo que lleva al dolor y rigidez característicos de esta condición. A medida que avanza la enfermedad, los tejidos blandos se destruyen gradualmente junto con el cartílago y los huesos subyacentes; esto reduce aún más la función de las articulaciones.

Aunque hay muchas causas desconocidas detrás de la AR, existen factores genéticos asociados con su desarrollo. Las personas mayores son más propensas a padecerla debido a un deterioro generalizado del sistema inmunológico relacionado con el proceso natural del envejecimiento. Los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar AR debido al daño oxidativo producido por los radicales libres presentes en el humo del tabaco.

Tipos de invalidez por Artritis reumatoide

Incapacidad permanente total

Para determinar si alguien con artritis reumatoide califica para recibir IPT, se evalúan varios factores relacionados con la profesión del trabajador. Si el puesto requiere esfuerzo físico significativo o tareas de precisión con las extremidades superiores, entonces la persona podría ser elegible para recibir IPT si tiene moderadas o graves limitaciones en sus manos. Por ejemplo, mozos de almacén, expendedores de gasolinera, mecánicos y enfermeros son candidatos ideales para establecerse como discapacitados por artritis reumatoide.

Además del aspecto laboral, otros factores importantes a considerar incluyen el grado de discapacidad causado por los síntomas y cualquier medicamento utilizado para controlarlos. Los médicos generalmente usan pruebas físicas y análisis clínicos detallados para determinar si hay signos objetivables que justifiquen la solicitud de IPT debido a la artritis reumatoide.

Incapacidad permanente absoluta

En primer lugar, hay que destacar que el diagnóstico de IPA debido a artritis reumatoide depende del grado de severidad del paciente. Si los síntomas son tan graves que limitan significativamente su capacidad para realizar actividades manuales, entonces se considera como tal. Por ejemplo, si la persona no tiene ninguna habilidad manual para manipular objetos pequeños o usar herramientas simples; entonces podría recibir un diagnóstico de IPA debido a artritis reumatoide.

Además, si los síntomas son localizados en los pies y dificultan el desplazamiento hasta el puesto laboral; entonces también se considerara como tal ya que impediría al individuo desempeñarse normalmente en sus labores habituales.

Grados de discapacidad por Artritis reumatoide

No hay criterios establecidos para asignar un determinado grado de discapacidad por artritis reumatoide; sin embargo, se siguen criterios generales basados ​​en el estado general del paciente, las articulaciones afectadas y el nivel de limitación funcional. Estas son algunas clases comunes:

  • Clase I: Los síntomas o secuelas son mínimos y no disminuyen significativamente la capacidad del paciente para llevar a cabo sus actividades diarias.
  • Clase II: Existen síntomas o secuelas que provocan alguna dificultad pero son compatibles con casi todas las actividades diarias.
  • Clase III: Se constata una imposibilidad o disminución importante en la capacidad del paciente para realizar algunas actividades básicas como el autocuidado; sin embargo es capaz de mantenerse independientemente.
  • Clase IV: Igual situación que en Clase III pero con leve disminución en la habilidad para cuidarse solo/a mism@ .
  • Clase V: Los síntomas o secuelas impiden totalmente las actividades básicas necesarias a fin de llevar una vida normal .

Es importante destacar que los grados mencionados anteriormente pueden variar dependiendo del individuo y sus circunstancias personales, además ,la evaluación del grado de discapacidad debe realizarse por profesionales médicos especialistas para garantizar decisiones correctas y justificadas respecto a este tema tan delicado.

¿Qué tipos de actividades laborales puede hacer una persona con artritis reumatoide?

Los pacientes con artritis reumatoide pueden seguir trabajando, aunque deben tener en cuenta los límites de su condición. La actividad física aeróbica de bajo impacto es una forma segura y saludable para mantenerse activo sin recargar las articulaciones. Estas actividades incluyen caminar vigorosamente, andar en bicicleta, nadar, bailar, hacer ejercicios aeróbicos en el agua y clases de ejercicio grupales. Además del ejercicio regularmente programado que ayuda a mejorar la resistencia general y la flexibilidad muscular, hay muchas otras opciones laborales disponibles para los pacientes con artritis reumatoide.

También pueden optar por trabajos como escritores o editores freelance desde casa; asistente virtual; diseñador gráfico, profesor particular, tutor académico remoto, vendedor independiente online, agente inmobiliario virtual u operador telefónico desde casa.

Otros artículos sobre enfermedades que permiten jubilación